La Guajira, un adulto Mayor

Jhon Jairo Zarate Solano
Jhon Jairo Zarate Solano
Psicólogo educativo, especialista en lo humano, especialista en administración educativa, candidato a maestría en proyectos de desarrollo social, exsecretario de Educación de Maicao, asesor y consultor de alcaldías, maestro de la universidad de La Guajira y docente del magisterio hace más de 20 años.

A los 55 años es la etapa del ser humano que está pasando por adulto mayor, que es una de las fases donde el hombre ha definido todas sus metas, tiene clara su economía, conformada una familia, con unos hijos en formación y cualificación personal. Esa persona tiene su educación definida, la salud protegida, es el deber ser.

Pero con nuestro departamento pasa todo lo contrario, La Guajira debería estar en la adultez, pero no llega a la pubertad. Sin saber para donde va. Con la educación intervenida, sin un horizonte claro, sin inversión en infraestructura y formación docente.

Con la salud pasa lo mismo, también intervenida con los peores indicadores, sin inversión en los hospitales, no tenemos infraestructura, sin claras políticas de atención y prevención.

La Unesco estableció que el desarrollo de los pueblos se mide por la felicidad de sus niños. Caminando la ciudad fronteriza me encontré con cuatro niños de la calle en estado de mendicidad, desnutridos y pidiendo plata.

Compartiendo un pan, les preguntaba porque están en la calle y no en la escuela o en sus casas, la respuesta me estremeció más, «la escuela para que, no ganamos plata ahí, nos va mejor pidiendo», en la casa para recibir golpes de los padres, esperan los del mundo que son más suaves. Esta es la realidad que se disparó en nuestra región guajira.

“La desesperanza de los niños destruye el futuro de un país” Ernesto Sábato. Debemos recuperar la calidad de vida de nuestros niños, que amen la escuela, que sueñen y hagan acciones para conseguir sus proyectos de vida, que piensen en su formación permanente, en su cualificación en valores, en la mentalidad de mejorar sus condiciones de vida, siendo mejores personas.

Parodiando la serie de moda Dark, nos preguntamos “para cuándo La Guajira”, nuestro departamento se nos convirtió en estos 55 años en una adolescente rebelde y desprestigiada a nivel nacional. Por tener una familia disfuncional, unos padres irresponsables, que no han orientado su camino.

Por esta razón esta niña ha amenazado con irse para otro país, independizarse de este país cansada del trato que le han dado sus padres y mayores.

Queremos de nuestro departamento, madurez, calidad de vida, un futuro promisorio y empoderado, pero no es así, debemos disciplinarla, educarla, amarla, acompañarla. Es una responsabilidad de todos, sociedad civil, profesionales, dirigencia, líderes, tenemos que empezar por la educación, mejorar todos sus niveles desde primera infancia hasta la universidad.

Esto implica más inversión en infraestructura, adecuación en laboratorios de ciencia y tecnología, mejorar las conexiones de internet. Ya que se van a incrementar las clases en virtualidad. Invertir en investigación y formación a los maestros, pago de salarios a los docentes universitarios, tiene un reto grande, nuestro gobernador y alcaldes esperemos que no sean inferiores a este reto, esperamos mucho de ellos.

A esta adolescente debemos mejorarle su salud, su seguridad, que podamos salir tranquilos, no con el temor de contagiarnos de covid que es inevitable, si no que no nos atraquen, nos maten en nuestros parques y calles, eso debemos recuperarlo. La confianza es el valor que más aporta a la formación ciudadana.

Todavía podemos madurar este niño de departamento que tenemos y llevarlo a la edad que tiene, Esto implica corregir la familia disfuncional que le tocó, que los padres asuman su responsabilidad abandonada.

Debemos empezar por lo micro. Esto implica actitudes ecológicas, saneamiento mental, autocontrol emocional, respeto al otro, reconciliación, perdón, expresión de forma respetuosa de lo que nos molesta, es decir luchar por mis derechos y defender los de los otros, pero lo más importante cumplir con mis deberes, ciudadanos, profesionales y de padre.

Si esto se convierte en el plan de acción de varios, les aseguro que transformaremos este terruño, que las personas que nos visiten digan que proxemia, que calor humano, que territorio tan amoroso y cariñoso, que gente tan cálida, solo así restauraremos muchos sectores como la economía, el turismo, la industria.

Brindo por la mayoría de edad de mi tierra, 55 años no se cumple todos los días, pero espero que los evolucione en todos sus sectores. Y poder decir que coherencia la edad que tiene con la que proyecta.

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