Sandra Palacio, con su esposo y sus hijos.
Sandra Palacio, con su esposo y sus hijos.
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Bajo un don de servicio inalcanzable y la sencillez como su carta de presentación, Sandra María Palacio Pinto, quien desde el pasado mes de enero se desempeña como directora de Asuntos Comunitarios y Casa de Justicia, afirma que lo importante no es el estatus social, sino, la capacidad de las personas para ejercer un cargo.

Esta riohachera, hija de Miguel Segundo Palacio y Edith Pinto, es la segunda de 5 hermanos y cuenta que basada en su deseo de servir, quiso estudiar medicina, pero lastimosamente no tuvo la posibilidad, por lo que decidió prepararse en la ciudad de Valledupar, como Auxiliar de Enfermería, profesión que logró desempeñar en diferentes centros de salud del Distrito y que asegura, que despertó en ella una sensibilidad humana ante las necesidades de los demás.

Relata que su hogar de más de 10 años de matrimonio, que le han dado el fruto de cuatro hijos, siempre ha sido su prioridad. “Ser enfermera es una labor muy hermosa, pero que demanda de mucho tiempo y habían fechas especiales que deseaba pasar con mi familia, por esa razón me direccioné por la psicología y decidí estudiar esta carrera”.

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Profesión que le permitió ocupar el cargo de directora que hoy ejerce en la capital de La Guajira y por el que manifiesta su total agradecimiento. “La gratitud es primeramente para Dios, quien coloca el sentir como el hacer y toca corazones como el del actual Alcalde de Riohacha, quien basado en su sencillez, le permite ver las habilidades de sus funcionarios para ejercer un cargo y no el exterior”, expresó Palacio Pinto.

Asimismo, señala que lo mejor de desempeñarse en este cargo es el hecho de ayudar a otros. “Cuando decidimos estudiar una profesión, siempre debemos enfocarla en ayudar a las demás personas, por eso siempre le pedí a Dios que me ubicará en el lugar donde y tuviese esa oportunidad”.

Sandra Palacio
Sandra Palacio

Añade que “en Casa de Justicia atendemos a la población más vulnerable que requiere de la atención y apoyo del Distrito, y como psicóloga encajo perfecto en esta función, porque me permite colaborarle a aquellos que realmente lo necesitan”.

Del mismo modo, manifiesta que el error de muchos funcionarios es colocar una barrera entre la necesidad de la comunidad y el cargo. “Siempre debemos colocarnos en los zapatos de los que nos están solicitando la ayuda, porque así, estaremos abiertos y dispuestos a servir, aun sabiendo que no es posible solucionarle la situación a todos, pero si podemos direccionarlos”.

Resalta que la labor de ama de casa y profesional no es fácil, pero afirma que las mujeres están dotadas de algo especial que les permite hacer muchas cosas a la vez, y que la organización y el trabajo en equipo es primordial para cumplir con cada compromiso, tanto en el hogar, como en el ámbito laboral.

Y aunque para algunos resulte inusual, esta funcionaria actualmente reside en la urbanización Nueva Jerusalén, en Riohacha, un sector de invasión donde algunas casas están construidas en plástico y material artesanal, que no cuenta con todos los servicios públicos, pero que admite, la acerca mucho más a la comunidad y a entender las necesidades de los demás.

“Mi casa es igual de sencilla a mí, a alguien que ocupa un puesto importante, pero lo veo como una oportunidad de Dios para ayudar a otros, por esa razón, no me disgusta que se muestre a Sandra Palacio en todas sus facetas, que conozcan que no vivo en una casa ni un barrio lujoso,  pero que estoy disponible a enfrentar cada reto y ponerle el pecho a cada situación para apoyar a la comunidad”, reiteró la directora Palacio Pinto.