Propuestas para el trece

Elimenes Brugés Guerra
Elimenes Brugés Guerra
Exrector de la universidad de La Guajira. magister en estudios político-económicos, especialista en administración de empresas, ingeniero industrial.

Ahora sí se puede decir que el día ha llegado. Un día que dará claridad a la región y al país pero solo si la gente quiere que haya cambios a partir del voto. Ya sabemos, que dadas las condiciones actuales, el voto popular no es exactamente democrático por los vicios que encontramos en todos los procesos electorales, desgraciadamente.

El mismísimo presidente hizo hasta lo imposible porque se aprobara en el parlamento la modificación de la denominada Ley de Garantías Electorales, solo para que sus amigos y la clase política en general, la que domina en las ciudades y en las regiones, dispusiera de recursos públicos para hacer campaña.

Ya la Contraloría General de la Nación, en un primer sondeo dice que por cuenta de ello, ya se han gastado más de 52 billones de pesos, casi todos en contratación directa y sabemos lo que eso significa. Por lo tanto el proceso electoral no es entre iguales y por ello tampoco es realmente democrático.

Y si el mismo presidente incentiva la desigualdad para beneficiar a los suyos, los mandatarios regionales también hacen lo propio y canalizan recursos públicos para favorecer a los de su costilla que pretenden adueñarse de los gobiernos seccionales a partir de los procesos electorales. La igualdad sigue en veremos. El que no tenga esos apoyos muy seguramente quedará relegado en sus aspiraciones.

Y luego, algunos candidatos también comienzan su campaña dispuestos a constreñir electores y a comprar votos para alterar el querer ciudadano. Los de Cámara se asocian con los aspirantes al Senado así pertenezcan a otros partidos y los segundos financian subrepticiamente, o mejor dicho, por debajo de la mesa, a los primeros, quienes reciben lo que eufemísticamente llaman “logística”. Esa “logística” tan diferenciadora ella, es la que hace que los guajiros terminen votando por candidatos al Senado de otras regiones, sin conocer siquiera algo de su trayectoria. Se entiende que el nombre es lo de menos.

Como ejemplo, en La Guajira encontraremos gran votación al Senado por un tal Trujillo, conservador paisa, quien, según la prensa nacional, tiene siete requerimientos de la Fiscalía General de la Nación, vaya uno a saber porque. Todo porque Juanlo hizo fórmula con él, al igual que Mamá Tina hizo arreglos con el bandido de Luciano Pulgar en 2018. Indignos los cuatro que buscan o buscaron beneficios particulares a costa de la compra venta de votos.

Y también recibirán votos para el Senado politiqueros pertenecientes al desprestigiado Clan Char, como en otras épocas los ha sacado Jorge Gerlein o Efrain Cepeda, o Fuad Char. Hasta escoria nos han traido para que los enaltezcamos con el voto aparentemente voluntario.

Se requiere entonces incidir al máximo para cambiar este estado de cosas. Con los partidos políticos tan desgastados, con un presidente empatado en desfavorabilidad con el congreso en más del 70 %, con un gobierno que no tiene contrapesos reales porque Contraloría, Procuraduría y Defensoría del Pueblo obedecen al ejecutivo, se impone el tratar de cambiar la gente del poder legislativo.

Ese legislativo que viene obedeciendo al ejecutivo a punta de burocracia y mermelada, requiere gente más limpia, más libre, más pensadora, más cuestionadora y menos lacayos que bailan según el ritmo que le ponga el ejecutivo.

Todas las consideraciones me han llevado a proponerles a la gente que el 13 de marzo tratemos de cambiar la composición del Senado de la República. Independientemente de quien meses más tarde sea elegido Presidente de la República, se requiere que el poder legislativo, por principios, no sea arrodillado ante el ejecutivo, que no se deje sobornar ni por contratos, ni por mermelada, ni por burocracia.

Lo sensato es que la posición libre de los legisladores sean quien le dé forma y sustento a nuestras leyes y no que lo imponga un partido sea cual sea su sesgo ideológico. Por eso votaré al Senado por la lista unificada del Pacto Histórico, donde, podemos decir que ya está electa, la hija de Monguí (La Guajira) Martha Peralta.

Y en cuanto a Cámara de Representantes, si bien lo expuesto para Senado también es válido para este órgano legislativo, hay que reconocer que hubo un candidato que por sus propuestas claras y concretas para diversos sectores económicos del Departamento de La Guajira, se ha destacado ampliamente.

Su trayectoria no obstante su juventud, el mantenerse alejado de los hilos del poder que juegan con los recursos públicos, pero sobre todo por su compromiso con las clases sociales más vulnerables reflejadas en sus pertinentes propuestas, hacen que mi preferencia a Cámara de Representantes, se limite al candidato marcado con el 101 en la lista de Colombia Renaciente, el de la palomita, Miguel Andrés Pitre Ruiz. Allí debe residir un mejor futuro para La Guajira. Que Dios me oiga.

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