Las elecciones en el departamento de La Guajira se están encareciendo. Brandon Beto Venegas, César Arismendi Morales.
Las elecciones en el departamento de La Guajira se están encareciendo. Brandon Beto Venegas, César Arismendi Morales.
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A medida que se acerca el proceso eleccionario, comienzan a presentarse los diferentes obstáculos por los que debe pasar un aspirante a cargo de elección popular; llámese gobernación, asamblea, alcaldía o concejo; quienes tendrán obligatoriamente que abordar dos temas: Aval y recurso económico. En esta oportunidad solo abordaremos el segundo.

Brandon Beto Venegas
Brandon Beto Venegas.

Para el politólogo Brandon Beto Venegas, la cultura política del ciudadano guajiro ha conllevado en gran parte al incremento de los gastos en campañas políticas, el votante promedio está acostumbrado a recibir mucho por parte de los candidatos: publicidad, diversión, transacciones en efectivo, etc.

Precisa Beto Vanegas, que las cifras que se están gastando en una campaña política promedio en La Guajira, están fuera de los topes permitidos por el sistema legal colombiano, dineros en gran parte proveniente de actos de corrupción, ilegales; los cuales alimentan el impacto negativo de las acciones electorales.

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El aspirante que tiene trabajo político, cuando es apadrinado por una maquinaria o por un jefe político, la inversión que hace es mucho menor, sumado a que sea carismático, maneje muy bien el escenario con argumentos y elocuencia, termina abaratando los gastos.

La Guajira Hoy quiso abordar este tema tomando de referencia, los aspirantes al Concejo y Alcaldía de Riohacha, Asamblea y la Gobernación de La Guajira. Un aspirante al concejo debe invertir entre 150 a 300 millones de pesos, recurso que no asegura la credencial de las 16 que están en juego, porque una es para el candidato a la alcaldía que quedase de segundo.

Con respecto a la alcaldía de Riohacha, siempre se ha dicho que, para llegar al palacio de la Calle Segunda, el aspirante debe tener disponible unos 6 mil millones de pesos, pero eso depende del contendor. En los demás municipios el recurso que utilizará seguramente será mucho menor, si se tiene en cuenta que es la capital de La Guajira.

Cesar Arismendi Morales
Cesar Arismendi Morales.

A su turno el economista César Arismendi Morales manifiesta que, el proceso electoral, es un acto sublime y emblemático de la participación popular. Es la manera como en la democracia se genera un acuerdo legítimo y que es vinculante. Por lo tanto, es un acuerdo que nos compromete a todos.

La democracia no es un mercado donde se transan conciencias y votos como mercancías. Esta es un escenario en donde se es consciente y se toman decisiones como hombres libres sin estar enajenados por la voluntad de otros y del dinero.

Cabe recordar que el proceso eleccionario realizado en Riohacha en el año 2016 se enfrentaron dos maquinarias; se cree que se gastaron una cifra exorbitante. Uno se habría gastado cerca de nueve mil millones y el ganador habría redoblado ese número. Muy diferente fueron los contrincantes en el 2020 que fue una campaña austera. Uno se mantuvo con pocos recursos, mientras que el otro tenía retórica, pero no solo con bla-bla se llega y al final flaqueó.

Con respecto a la Asamblea de La Guajira se requiere una cifra que bordea los 600 millones de pesos. Recurso que deben invertir para obtener una de las 10 curules que estarán en juego y que les permita llegar.

Finalmente, los aspirantes al primer cargo por elección popular que tiene La Guajira, deben atesorar más de 30 mil millones de pesos. Es decir, para los cargos unipersonales de elección popular, el recurso aumenta dependiendo del contrincante. Si el antagonista es bueno, da la pelea, pero si su contendor también se defiende en el ring seguramente habrá una contienda. Y quien no tenga el recurso para comenzar que se recoja.