Son muchas familias que deciden comprarle a los burritos, carro e' mula, que le llevan las verduras frescas a la puerta de su casa.
Son muchas familias que deciden comprarle a los burritos, carro e' mula, que le llevan las verduras frescas a la puerta de su casa.
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Ante las medidas de aislamiento preventivo tomadas por el Gobierno nacional que obliga a los ciudadanos a quedarse en sus hogares para evitar contagios del Covid-19, los conocidos ‘burritos’ o ‘carros de mula’ que ofrecen productos básicos de la canasta familiar, han tenido un auge en sus ventas, convirtiéndose durante esta época en el mercado ambulante de la mayoría de hogares de Riohacha y varias ciudades de La Guajira.

Jorge Luis Mendoza y Gabriel Ramírez, son dos venezolanos que se dedican a la venta de alimentos en estos vehículos de tracción animal y aseguran que desde que inició la cuarentena sus ventas han aumentado, pero así mismo los productos.

Son muchas familias que deciden comprarle a los burritos, carro e' mula, que le llevan las verduras frescas a la puerta de su casa.“Antes se compraba el ciento de guineo verde a tres mil pesos, ahora está entre seis y siete mil. Lo mismo ha pasado con la papaya, la patilla, que por estos meses eran productos bastante económicos, pero los proveedores no los están dando más costosos y nos obliga a aumentarle a los clientes, pero aun así, no se deja de vender”, dijeron.

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Comentan que desde las 3:00 de la mañana salen al mercado a comprar al por mayor, para luego iniciar su recorrido por las calles de la ciudad, con el propósito de abastecer a los hogares. La ardua jornada finaliza promediando las 8:00 de la noche, cuando llegan a sus viviendas a descansar.

“La gente se ha visto asustada por el virus y evitan salir al mercado, por eso prefieren comprarnos a nosotros, lo que es bueno porque suben las ventas, por eso visitamos desde los mejores barrios, hasta los sectores más vulnerables, como las invasiones y a todos les vendemos al mismo precio, no importa el estrato que sea”, afirmaron los vendedores.

Cuando la gente no puede salir, saben que el burrito pasa, solo debe estar pendiente a la bocina, donde van anunciando el producto que llevan.
Cuando la gente no puede salir, saben que el burrito pasa, solo debe estar pendiente a la bocina, donde van anunciando el producto que llevan.

Por su parte, Isaías Barros cuenta que junto a su compañero ‘Palomo’, como apoda a su caballo, siempre se ha dedicado al reciclaje y la chatarrería, pero ante la cuarentena, sabe que lo indispensable ahora mismo en los hogares, es el alimento.

“Preferí empezar a vender frutas y verduras porque es lo que más compra la gente hoy, y nosotros en este momento nos hemos convertido en el mercado ambulante de la mayoría de hogares, le llevamos lo básico hasta la puerta de su casa y casi al mismo precio que en el mercado”, anotó Barros.

Leonardo Martínez, también recorre las calles vendiendo papa, yuca, plátano y guineo verde, productos que asegura han aumentado, pero que no faltan en la mesa de los guajiros.

“Estamos comprando caro y así mismo nos toca vender, pero de igual manera,  las ventas no bajan. Antes recorríamos cinco o seis barrios en el día, ahora estamos visitando más de diez”.

Manifiesta que no niegan que a veces les da miedo salir por el Coronavirus, pero que más temor les causa dejar morir a su familia de hambre. “Si no salimos a trabajar, no se come y eso es peor que cualquier virus. De este trabajo que realizo dependen siete personas y ese es un motivo grande para desafiar cualquier pandemia”, señaló Leonardo.