Francisco Ceballos Escobar
Francisco Ceballos Escobar.
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A propósito de los recientes casos de violencia, asesinatos, secuestros, atracos callejeros e inseguridad en Riohacha, Maicao y otros municipios de La Guajira, la iglesia católica emitió un comunicado en el que manifiesta la preocupación del prelado y expresa repudio ante tales hechos; además invita al gobierno a trabajar más por la equidad social para combatir aquellos flagelos que enlutan y entristecen a muchas familias en el departamento.

La misiva pública establece que los recientes acontecimientos en los que se ha derramado sangre y casos de clara intolerancia al otro, además de afectar la seguridad ciudadana, lastiman la convivencia fraterna y debilitan los fundamentos que garantizan la paz social que debería existir en un territorio tan cristiano y bondadoso como lo es La Guajira.

«Como pastores de las comunidades que nos han sido confiadas, hemos identificado algunas de las causas de la problemática social y moral en el territorio de la Diócesis: la injusticia, la falta de acceso a las necesidades básicas, la impunidad, el machismo, el deseo de venganza, el desempleo, el enriquecimiento ilícito fruto de la corrupción, del narcotráfico y del contrabando; la débil cohesión en la familia, el consumismo, la propagación mediática de la violencia y la inseguridad. Todas estas causas y males socavan el valor sagrado de la vida».

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En el comunicado de prensa, Monseñor Francisco Ceballos, manifiesta que la Diócesis «no puede permanecer en silencio«, ni hacer caso omiso de lo que sucede en el entorno, pues «es nuestro deber acompañar, persuadir y exhortar al pueblo de Dios, a ejemplo de Cristo Buen Pastor». También indica que la indiferencia ante la situación puede conllevar a desconfianza y debilidad en los espacios de encuentro fraterno y de solidaridad.

«Manifestamos, igualmente, nuestra voz de solidaridad con aquellas familias y personas que se han visto afectadas por este fenómeno de muerte e inseguridad».

La exhortación a los gobernantes apunta a que se trabaje para propiciar el debido acceso al cuidado de la salud, a educación de calidad, fuentes de empleo digno, a vivienda e infraestructura que permita a la ciudadanía tener una vida saludable; con especial énfasis a los que pertenecen a los sectores más vulnerables.

A los cuerpos de seguridad ciudadana y a las fuerzas públicas, el prelado les pide «mantener y garantizar la seguridad en la región. Mientras que a los «actores violentos» les invitó a una conversión del corazón, haciendo eco de las palabras Señor al iniciar su ministerio, cuando dijo: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios; convertíos y creed en el Evangelio”.

La Diócesis de Riohacha indicó a su feligresía que asumiera el compromiso de una conversión personal y trabajar por la justicia y la paz social. También aprovechó para invitar a la empresa Cerrejón y sus trabajadores a un diálogo que sea positivo para ambas partes.