Con trabajos a medias, ha quedado la vía que del caserío del Playón comunica con el corregimiento de Cañaverales.
Con trabajos a medias, ha quedado la vía que del caserío del Playón comunica con el corregimiento de Cañaverales.
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Una de las obras que el alcalde Álvaro Díaz, prometió hacer para el bienestar de una zona agropecuaria y beneficiar al mismo tiempo a una gran cantidad de alumnos que tienen que desplazarse diariamente de un amplio sector rural hasta el colegio Ana Joaquina Rodríguez Molina, fue la vía que une al caserío de El Playón con el corregimiento de Cañaverales.

En ese camino que el mandatario anunció con rimbombancia que pavimentaría, solo han sido colocadas en sus orillas gravillas, en las que están naciendo malezas y obstaculizan el paso de todo tipo de vehículo, por un trayecto que se ha tornado intransitable, debido a que las aguas lluvias han creado una serie de charcos, donde se quedan los carros atascados.

Estos pueblos ubicados al margen de la serranía del Perijá han sido siempre las cenicientas de los mandatarios de turnos del municipio de San Juan del Cesar, debido a que las inversiones a aquí son nulas, no los ven como territorios de progreso, los mantienen sumergidos en el olvido y solo se acuerdan que son de su jurisdicción, en las temporadas de elecciones porque necesitan del voto de estos campesinos.

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Quienes los visitan se quedan sorprendidos, del estado de abandono en que se encuentran y muchos de los habitantes, dicen arrepentirse de pertenecer a una cabecera municipal donde sus gobernantes son partidarios que se exploten los yacimientos de carbón que hay en su subsuelo, buscando talvez que estos desaparezcan definitivamente y aprovecharse más bien de las regalías que les generaría la extracción de este recurso energético.