Para los pobladores de Cañaverales, este afluente seguramente se acabará luego comience la extracción de carbón en este sector de San Juan del Cesar.
Para los pobladores de Cañaverales, este afluente seguramente se acabará luego comience la extracción de carbón en este sector de San Juan del Cesar.
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Tal vez previendo lo que se avecinaba, o por pura coincidencia, el pasado 15 de junio el gobierno Nacional sorpresivamente le dio el visto bueno al proyecto de megaminería del carbón, Cañaverales, cuatro días antes de realizarse la segunda vuelta presidencial.

Para los residentes en el corregimiento de Cañaverales, esta fue una jugadita, al estilo de las que hacía en el Senado el congresista de extracción uribista, Ernesto Macías; se anticiparon a los acontecimientos, no estaban seguros que continuarían en el poder ganando las elecciones del pasado domingo y corrieron a darle aprobación al “test de proporcionalidad”, para la extracción del carbón mineral a tan solo 700 metros arriba, donde está asentada la comunidad, sin la existencia de una consulta previa.

Esta fue una estrategia, que se armó en San Juan del Cesar, para desconocer el derecho a la consulta previa, y en las que estuvieron confabulados con la compañía turca, que ejecutará el proyecto, la Best Coal Company BCC, el ministerio del Interior, la gobernación de La Guajira y otras entidades estatales”, aseguró el presidente del consejo comunitario, Los Negros de Cañaverales, Oscar Gámez Ariza.

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Dijo que el proceso ha estado inmerso en dificultades, por la falta de garantías para adelantar un diálogo intercultural, genuino, informado y de buena fe. Fue enfático en advertir que, con la llegada de esta minería de carbón, se propicia la extinción de una despensa agrícola importante del Departamento y un gran reservorio hídrico, como lo es el manantial de Cañaverales.