Este sábado 4 de marzo cumplió un año más de vida, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, razón por la que estuvo rodeado en medio de un agasajo por los sacerdotes que conforman la Diócesis de Riohacha; la cual dirige el prelado, así como por algunos laicos comprometidos.
En el desarrollo de la celebración, tomó la vocería el padre Yeferson Ariza Ojeda, Vicario General de la Diócesis de Riohacha; quien lo saludó en nombre de todos los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y todo el pueblo de Dios que peregrina en La Guajira, tierra a la que por voluntad de Dios y del Santo Padre, fue enviado como Obispo, padre y pastor.
El sacerdote recordó aquel 4 de junio del 2020, en que monseñor Francisco aún en medio de la pandemia que azotaba a la humanidad, aceptó sin reparos la misión en La Guajira y se posesionó como el quinto Obispo, haciendo resonar en las imponentes columnas de la catedral: «Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad«.
Vale resaltar que es este el tercer cumpleaños del prelado en estas tierras que lo han acogido como uno más de sus hijos, y en medio de la celebración de su vida; esa misma vida que el Señor escogió para el servicio a su pueblo, le desearon que Dios le conceda mucha mi vida y salud para que siga disfrutando sus días en medio de todo el pueblo guajiro.
“Celebrar la vida es gratitud. Dar gracias a Dios por sus años hasta hoy y por los que vendrán. Dar gracias a Dios por la existencia y por todos los sucesos ordinarios y extraordinarios que ha vivido con pasión y tesón en medio de todos los que le quieren y aprecian: su familia, sus hermanos, hermanas y sobrinos de los que tanto habla con orgullo, alegría y regocijo; la Iglesia con sus sacerdotes y todo el pueblo de Dios, el rebaño que ha de guiar hasta el último de sus días”, le expreso Ariza Ojeda.
Por su parte el presbítero Jainer Guevara Angarita, párroco de la Catedral Nuestra Señora de los Remedios, y quien lidera la cátedra de monseñor, expresó sus buenos deseos en esta fecha especial para el cumplimentado, “le agradecemos a Dios por su vida y por el tiempo que lleva en nuestra Diócesis de Riohacha. Le deseo que siga en esa lucha, trabajo y constancia en hacer de nuestra Diócesis un lugar para todos, un lugar de evangelización donde todos nos sentimos acogidos e hijos de Dios”.
