La Dimar debe de abstenerse de entregar en concesión esa franja de terreno, hasta tanto, nosotros no deliberemos sobre esa situación, dijo el Concejal de Riohacha, Rafael Hidalgo Pérez Nieves.
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Una preocupación se hizo evidente en la plenaria del Concejo de Riohacha realizada en el recinto el viernes anterior por la posible construcción de La Marina en esta ciudad, sin conocimiento de los padres del Distrito.

Los cabildantes manifestaron que la Dimar antes de tomar una decisión, debe saber y entender que la normatividad que regía al municipio cambió desde que el Presidente de la República Juan Manuel Santos sancionó la ley 1766 del 24 de julio del 2015.

«Dicha ley establece en su artículo 26 que es función de los concejos reglamentar el uso del suelo. No se han reglamentado, mal haría con estar tomando disposiciones, sobre suelo y playas que cómo distrito no se han implementado», indicó el Concejal Rafael Hidalgo Pérez Nieves.

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Este tema se trató en el recinto de la corporación porque la semana anterior publicaron un edicto en un medio local en donde se explicaba los pormenores de la concesión de una franja de tierra de las playas de Riohacha para la construcción de la Marina.

n las playas de Riohacha, podrían construir La Marina Almirante Padilla.
n las playas de Riohacha, podrían construir La Marina Almirante Padilla.

«En caso que a la Dimar le corresponda, ésta tiene que concederlo de acuerdo al uso que determinemos nosotros que se va a hacer con el suelo y, en este Concejo no se ha presentado un proyecto con la nueva normatividad de Distrito», precisó Pérez Nieves.

Por su parte, el concejal Oscar Peralta indicó que la señora Claudia Mendoza Mercado, con calidad de representante legal de una compañía, ha solicitado a la Dirección General Marítima que se le otorgue una concesión de un pedazo de tierra de las playas que están al frente del Malecón.

Igualmente, se interesó en el tema el cabildante Aloima Miranda Arregoces, situación que hizo eco entre los concejales, situación que tiene que comenzar a despejarse a partir de la presente semana.

La determinación es del Concejo, para que se pueden utilizar los terrenos, porque es nuestra competencia.

Asimismo, desde la Capitanía de Puerto de Riohacha, no tienen mayor información porque los tramites de los documentos lo están realizando desde la capital de la república. Un funcionario atinó en afirmar que el proyecto se encuentra en trámite y en periodo de prefactibilidad.

Finalmente el cabildante Rafael Hidalgo Pérez Nieves, hizo un llamado de abstenerse, no sea que construyan algo ahí, después por determinación del Concejo tengan que demolerlo, porque ese pedazo de tierra no fue autorizado para lo que ellos pretendan construir, porque existe una ley que le entrega facultades constitucionales y legales.

La Marina de Lucho Gómez

La administración de Luis Eduardo Gómez Pimienta, adquirió una franja de tierra en el sector de Puente Guerrero para la construcción de La Marina y además para desarrollar un proyecto pesquero que atendiera la necesidad que tienen los indígenas de ofrecer los productos del mar.

Luis Eduardo Gómez Pimienta
Luis Eduardo Gómez Pimienta

El municipio de Riohacha adquirió el 20 de julio de 1997, 14 hectáreas y media de tierra mediante la escritura pública 0757, de la Notaría Única.

En la construcción del ambicioso proyecto participaron varias personas, como Amylkar Acosta, quien para la época era el Presidente del Senado de la República, quien gestionó ante el Gobierno Nacional un recurso importante para los estudios técnicos y de suelo.

Igualmente participaron el gobernador de ese entonces, Jorge Eduardo Pérez Bernier, el director del Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura, INPA Oswaldo Molina, apoyado por Maily Gómez Montiel, quien también era funcionaria del INPA.

En estas circunstancias, sería importante que los inversionistas interesados analicen esta alternativa que fue bien pensada por Gómez Pimienta, ya que existen unos predios que son del municipio y que se adquirieron para ese fin. Además, habría que actualizar esa información y finalmente se desembotellaría la ciudad, creciendo un poco más hacia la vía de Santa Marta.