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Ha muerto Gabo y en Riohacha y La Guajira hay dolor filial y fraternal, porque aunque no era guajiro, sus ancestros maternos. Asimismo, figuran en la extensa ruta que trazó la imaginación literaria de Gabriel García Márquez; quien falleció a los 87 años en México.

Hoy, la península de La Guajira también llora su ausencia porque aquí dónde se concibió el hijo más grande de Aracataca y uno de los hombres importantes de Colombia. Un hombre que su pluma se posaba sobre el amor, la imaginación y creatividad; dándole color y vida a sus obras.

Muchas fueron sus obras: “Cien Años de Soledad”, “El Coronel no tiene quien le escriba”, “El Amor en los Tiempos del Cólera”, “Vivir para Contarla”, entre otras.
Rafael Escalona
De La Guajira se refirió en muchos apartes de sus trozos literarios “La ciudad de arena y sal donde nació mi estirpe desde los tatarabuelos, donde mi abuela vio a la virgen de los Remedios apagar el horno con un soplo helado cuando el pan estaba a punto de quemársele, donde mi abuelo hizo sus guerras y sufrió prisión por un delito de amor, y donde fui concebido en la luna de miel de mis padres”, como confesó él mismo en ‘Vivir para contarla’.

También hizo remembranza cuando era niño y en uno de sus escritos manifestó “La primera vez que fui a la península de La Guajira, la Riohacha idílica que llevaba desde niño en el corazón con sus calles de salitre que bajaban hacia un mar de lodo, no eran más que ensueños prestados por mis abuelos”.      
Leandro Díaz
Entre sus hijos que han mandado mensajes a la familia de Gabo, está el representante a la Cámara Jimmy Sierra Palacio y los alcaldes de: Uribia, Abel José Geacometto Fominaya; Manaure, Francisca Freyle Mengual; Riohacha, Rafael Ricardo Ceballos Sierra, Maicao, Eurípides Pulido Rodríguez.

El parlamentario Sierra Palacio dijo ser amigo de las obras del Nobel de Literatura, “Me he leído mucho de lo que él escribió y que debo admitir, con profunda admiración, que Gabriel García Márquez ha sido el más importante propulsor de nuestra cultura guajira, esa misma que fluye a borbotones desde un acordeón, una caja, una guacharaca, le creatividad y hasta el repentismo de un juglar y los cuatros aires de la música mundialmente conocida como vallenata.
Diomedes Díaz Maestre
Y me toca entonces parafrasear al excelso compositor patillalero Rafael Escalona, ya fallecido, para admitir que toda la obra de García Márquez sigue siendo un vallenato de centenares de miles de páginas, un exquisito vallenato de letra interminable. ¡Una oda a La Guajira!”.
Jimmy Sierra Palacio
Rumbo al cielo, envuelto en un deslumbrador aleteo de sábanas, como Remedios, la bella, ahora está subiendo el escritor universal para protagonizar un estruendoso encuentro con sus amigos de la tierra, nuestra tierra colombiana, y del más allá: Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas Cantillo, Alejandro Obregón, Figurita, José Salgar y Álvaro Mutis, entre otros.
Abel José Geacometto Fominaya
Desde allá, todos ellos están viéndolo decir adiós con la mano a quienes quedan en tierra entre ‘el deslumbrante aleteo de las sábanas que suben con él, que abandonan con él el aire de los escarabajos y las dalias, y pasan con él a través del aire donde terminan las cuatro de la tarde, y se pierden con él para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarlo ni los más altos pájaros de la memoria’, una memoria que había comenzado a desprenderse de él muchos años antes, pero que, frente al pelotón de fusilamiento de los malos presagios, será recompuesta por quienes, en la Vida Eterna, lo tendrán para siempre a partir de este ahora.
Francisca Freyle Mengual
Allí mismo, aunque un poquito más allá de esa pléyade de intelectuales, se encuentran el maestro Rafael Escalona, Leandro Díaz, Emiliano Zuleta Baquero y Diomedes Díaz Maestre; dispuestos a componer el vallenato, armonía musical  que contaban las cosas de la vida, del amor, de los amigos, pero que Gabo contaba en mas de 400 páginas.
Eurípides Pulido Rodríguez.