Estado en el que quedó el inmueble conocido como la Porqueriza luego del crimen del joven venezolano que desató la ira de los residentes de Los Cerritos.
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Hay dos heridos por quemaduras y este martes tenían previsto llevar a Maracaibo al hombre asesinado a tiros.

Los hechos violentos que se produjeron el pasado fin de semana en la comunidad wayuu denominada Los Cerritos en el suroriente de Riohacha, fueron más allá de lo que fue informado por las autoridades, pues además del homicidio cometido contra el joven de nacionalidad venezolana Yerkin Ramón Castellanos, dos adolescentes resultaron con quemaduras de tercer grado cuando la comunidad arremetió contra la edificación.

Los dos jóvenes están fuera de peligro, pero uno de ellos, por la gravedad de las lesiones ocasionadas por el fuego, permanece internado en un centro asistencial de la ciudad de Riohacha.

El sitio donde se produjo el homicidio hace parte de un inmueble que fue construido por la gobernación de La Guajira, cuando el titular era el médico Jorge Ballesteros Bernier, quien con el deseo de dejar algo importante a esta comunidad desarrolló el proceso de una porqueriza la cual estaba destinada a la comunidad, pero tras la salida de Ballesteros, el proyecto nunca fue entregado a los residentes de la zona, según comentaron ellos mismos luego del incidente criminal.

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El cuerpo fue velado en la comunidad indígena wayuu y se tenía previsto llevarlo a Maracaibo la tarde del mismo martes.

Los residentes indicaron que el hombre asesinado era una persona trabajadora, dedicada a varias labores, donde la pesca y la operación o conducción de motonaves era su fuerte, pero en Los Cerritos, por los problemas laborales propios de la zona, había llegado para trabajar en la porqueriza donde criaba y sacrificaba los cerdos.

En la actualidad ese inmueble estaba a cargo de un familiar del exgobernador José Jaime Vega, al parecer ese ciudadano familiar del exmandatario, era el propietario de las crías de porcinos y quien se había posicionado como responsable de la porqueriza y todo el predio, al parecer con autorización de la Gobernación.

El conflicto que se produjo con la acción violenta e intolerancia va más allá de la muerte del extranjero y las lesiones recibidas por los dos adolescentes de 14 y 17 años de edad, pues ahora los nativos de la zona acudieron a las autoridades tradicionales y han hecho un llamado inicial a un hermano de Harold Peñaranda Rosado, ciudadano que fue capturado por la Policía y hoy aparece como presunto responsable del crimen del venezolano.

Uno de los miembros de la comunidad indicó que el agresor y varios de los suyos habían convertido el sector en un sitio en el que eran guardados elementos producto de acciones delincuenciales como motocicletas y carros que les quitaban a los propietarios, principalmente en Riohacha. “Las lesiones por quemaduras a los dos miembros de la comunidad también son responsabilidad de estas personas que no estaban obrando en el marco de la ley y el respeto”, indicó el líder de la comunidad.

También indicaron que la tarde de este martes tenían previsto el viaje a Maracaibo con el cuerpo del hombre asesinado en la zona rural de Riohacha.