Dos presuntos cuatreros que momentos antes habían hurtado un cerdo de 100 kilogramos en la Parcela ‘Santa Isabel’, ubicada en la región de Hatico Viejo, zona rural del municipio de Fonseca, fueron atrapados por labriegos de ese territorio y posteriormente entregados a las autoridades.
Los supuestos abigeos, en el momento de ser interceptados, transportaban el porcino que habían sustraído de la propiedad del abogado y director del Centro Agroempresarial y Acuícola del Sena, Carlos Pardo Andrade a bordo de un motocarro color blanco.
Hasta el sitio acudió por el llamado de los lugareños una patrulla de la Policía de Carabineros con asentamiento en la base de la vereda de Pondores y unidades del Ejército, quienes los pusieron a disposición de la Fiscalía.
El conductor del motocarro identificado como Leonardo Enrique Muegues Zequeira, dio a conocer durante la audiencia de legalización de captura e imputación de medidas, que fue llevado al lugar con engaño, mientras que la otra persona Dairo Enrique Contreras Obredor, natural de Barrancas, sur de La Guajira, sí se allanó a los cargos y el juez le otorgó el beneficio de detención domiciliaria.
Esta es la segunda vez que en el mismo predio bandas de piratas terrestres roban; la primera vez se llevaron una planta solar, una picadora, una motocicleta, entre otras herramientas de gran utilidad en el campo.
“En esta última oportunidad hubo responsabilidad en el hurto por parte de quien se hallaba al cuidado de la granja, el cual se dio a la huida” dijo el dueño de ese bien raíz, Pardo Andrade, quien reveló que el animal por ser de una raza gran genética está avaluado en 3 millones de pesos y al momento que era transportado en el rodante ya estaba muerto y no pudo comercializarlo, porque cuando las autoridades se lo devolvieron ya estaba en estado de descomposición.
El profesional del derecho se mostró preocupado, porque el área donde tiene la posesión es un sector que viene siendo constantemente azotado por la delincuencia, por ello aseguró que ha dejado de frecuentar en su pequeña finca, debido a que a su celular le han hecho llegar mensajes de textos amenazándolo de muerte y que se cohíba de visitar el predio.