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Como aquella pregunta que hace la
canción que interpreta el inolvidable Cuco Valoy, sobre “¿Qué es lo que tiene
el carnaval de Curramba..?”, todos se preguntan qué pasa con el Chikunguña,
que no se puede evitar su propagación en todo el país; a pesar aquello de
“guerra avisada, no mata soldado”, para una exigente persona en pleno siglo
XXI, resulta inaceptable que exista una epidemia, y que con todos los adelantos científicos no se pueda evitar, lo que convierte en blanco permanente de críticas a
los que tenemos la responsabilidad de manejar ante la comunidad este tipo
infestación.
Lo que todos debemos saber, sin
ser profesionales de la salud, es que el Virus del Chikunguña, es nuevo, sin
ninguna memoria inmunológica en las personas, lo que nos hace más susceptibles comparados con otros virus más antiguos como la gripa. Por otro lado, su vector
o transportador el Aedes Aegypti, es un mosquito doméstico, que es un habitante
constante de aguas limpias de nuestras albercas, floreros, materas, botellas y
llantas, que la hembra o ‘mosquita viva’ para alimentarse y reproducirse
necesita de sangre humana, no la de otras ‘mascotas’ como el perro o gato, el
mosquito macho que solo se alimenta de verduras, la copula una sola vez, siendo
suficiente para que esta mosquita en sus 45 días de vida, ponga diariamente más
de 60 huevos. 
Esta mosquita, al ‘picar’ a una persona infectada de Chikunguña, a
los dos días ya puede trasmitir a humanos sanos este virus y lo más grave es
que lo trasmite a todos sus hijas y descendientes mosquitas, lo que se
llama trasmisión autónoma en fase expansiva, como la que tenemos en La Guajira.
Ante este ciclo del virus del
Chikunguña y la mosquita vectora Aedes Aegypti, lo más efectivo que se puede
hacer es el control casero e institucional de los depósitos de aguas limpias, aquí
necesitamos de una comunidad comprometida, en crear hábitos diarios, que se
vuelvan costumbres y estas culturas de limpieza y eliminación de depósito de
aguas aptas para el albergue del huevo de la susodicha mosquita, porque NO hay
Vacunas NI antibióticos para este virus, la fumigación solo mata al mosquito
adulto, pero a los tres o cuatro días nacen las mosquitas ya infectadas del virus del
Chikunguña, que pusieron sus huevos en las paredes de los depósitos de aguas
limpias domesticas e inicia nuevamente su ciclo epidémico.
Se las dejo ahí… Tenemos que creer
plenamente en las instituciones serias con todo el rigor científico, como el
Instituto Nacional de Salud, el Ministerio de Salud y las Seccionales,
Departamentales y Municipales de Salud; no hay que confundir lo difícil de
controlar la expansión de este Chikunguña, por las razones explicadas en este
artículo, con las recomendaciones médicas serias que emiten estas instituciones
y que debemos acatar sin la menor duda.

Escribió: Gonzalo  Araugo Daza