Con la intensión de conocer parte del continente europeo, la diseñadora de modas Yuliana Mejía Pimienta de 27 años edad y residente en Riohacha, viajó a Madrid, España, el pasado 20 de febrero con el propósito de cumplir uno de sus sueños como profesional de la moda.
El viaje previsto por alrededor de un mes arrancó sin contratiempo alguno, puesto que, cuando llegó a la ciudad española todo marchaba con normalidad.
“A partir del 7 de marzo cuando me encontraba en Barcelona fue cuando empecé a escuchar noticias alarmantes sobre la llegada del virus a este país y en solo cuatro días, la normalidad pasó a ser un caos por las medidas preventivas, como cierre de escuelas, universidades, sitios turísticos, que hicieron colapsar la ciudad”.
Cuenta que intentó adelantar el vuelo, pero ante lo que estaba sucediendo no le fue posible y solo dos días antes de su fecha de regreso, recibió un correo electrónico de la aerolínea Air Europa notificándole que su vuelo había sido cancelado, con posible fecha de retorno hasta mediados del mes de Mayo.
“Insistí y expliqué que era residente colombiana y no podía estar en el país europeo más tiempo del acordado, por lo que logré que cambiaran mi vuelo con la aerolínea Avianca, para el 22 de marzo, fecha para la cual viajé bajó todos los protocolos y requisitos exigidos para llegar al aeropuerto El Dorado”.
Asegura que no se quedó en aislamiento en Bogotá porque no contaba con recursos para su estadía, por lo que decidió retornar a su casa en la capital guajira. “Mi viacrucis inició desde que aterricé en Riohacha y en un acto de sinceridad, dije que venía de Europa”.
El personal del aeropuerto Almirante Padilla procedió a los controles y preguntas de rutina para personas procedentes de Europa, siendo enviada a su casa para cumplir con el aislamiento obligatorio.
“Ingresé a mi lugar de residencia por el parqueadero y desde ese entonces, me encuentro en una habitación apartada en el patio de la casa, sin contacto con ningún miembro de mi familia, quienes solo me hacen llegar los alimentos con las precauciones debidas”.
En este sentido, hasta el momento no le han hecho la prueba del covid-19, porque no presenta ningún síntoma, sin embargo, le ha exigido a la Secretaría de Salud para que se la hagan; aún así continúa guardando el aislamiento y todas las recomendaciones indicadas. Además, desmiente comentarios circulados en redes sociales sobre una supuesta detención en el Aeropuerto de Riohacha, por no cumplir los estándares de ingreso.
Finalmente, a pesar de los imprevistos presentados a lo largo de su viaje, cataloga su visita a Europa como una experiencia agradable, en la que disfrutó conocer los mejores lugares de este Continente.
“Nunca lo veré como una mala experiencia, por lo que la volvería a repetir una y mil veces”, anotó Yuliana.
Sin embargo un fiscal trató de imputarle el delito 368 del código penal, que castiga al que viole la medida sanitaria adoptada por la autoridad competente para impedir la introducción o propagación de una epidemia, incurrirá en prisión de cuatro a ocho años.
Esta imputación fue controvertida por su abogado, Brayan Romero, quien presentó las pruebas quedando demostrado que lo realizado por su apadrinado era correcto y también logró tumbar la audiencia de imputación de cargos, porque no se contaban con los elementos tecnológicos para realizarla.