En el 2013, en la ciudad de Riohacha, surge la iniciativa del semillero de Embarradorcitos como una empresa destinada a salvaguardar la rica tradición de los Embarradores. Inicialmente concebido con solo dos infantes, hijos de embarradores.
Este semillero ha evolucionado hasta conformar un grupo dinámico de 60 entre niños y jóvenes embarradores, ansiosos por sumergirse en los atolladeros y rituales de esa festividad emblemática.
Bajo la dirección de Carmen Elena Duarte Serrano, la primera soberana de los embarradorcitos en el 2014, estos infantes, con edades comprendidas entre los 3 y los 17 años, se entregan con fervor y dedicación a cada aspecto de la tradición embarradora. Desde el amasado del barro hasta los movimientos característicos durante los desfiles, los pequeños embarradores asimilan cada detalle con entusiasmo y determinación.
Teresa Serrano, líder de los Embarradores, subraya: “Nuestro propósito es inculcar a estos jóvenes el amor y el respeto por nuestra cultura, garantizando que la tradición embarradora perdure en el tiempo”.
La Escuela Patrimonial de Embarradorcitos no solo proporciona a los niños la oportunidad de adquirir habilidades prácticas, sino que también promueve valores fundamentales como el trabajo en equipo, la solidaridad y el orgullo por sus raíces culturales. A medida que se acercan los carnavales de Riohacha, estos pequeños embarradores se preparan con entusiasmo para hacer su debut en los desfiles, llevando consigo el legado de sus ancestros.
Con el semillero de Embarradores, Riohacha garantiza que la tradición embarradora continuará siendo un pilar de su identidad cultural, transmitida de generación en generación con amor y orgullo.
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Carmen Duarte Serrano, una de las figuras clave en la génesis del semillero, comparte su experiencia y visión sobre este proyecto que ha dejado una huella indeleble en la comunidad riohachera. “En el 2013, junto con mi compañero Ricardo Peñaranda, nos aventuramos a enseñar a los niños los secretos del baile del embarrador”, rememora Carmen con nostalgia. “Bajo la tutela del doctor José Vanegas, ensayábamos en las calles, tratando de transmitirles la esencia de nuestra cultura”.
La iniciativa fue ganando impulso con el tiempo, y en el 2014, Carmen fue seleccionada como la primera reina de los embarradorcitos. Esta vivencia marcó un hito tanto para ella como para el semillero, demostrando el compromiso de la comunidad con la preservación de sus tradiciones.
Hoy en día, Carmen lidera el proyecto con pasión y determinación, trabajando incansablemente para ampliar su alcance hacia los corregimientos del distrito de Riohacha. Con el respaldo de la fundación de Embarradores y la colaboración de la comunidad, el semillero de embarradorcitos se prepara para seguir sembrando la semilla del amor por la cultura embarradora en las futuras generaciones.
